domingo, 6 de noviembre de 2011

Entrevista a Guillermo Fernandez

Escueta entrevista
En escasas pero acertadas palabras, Guillermo Fernandez, docente de la EPB, nos ha comentado acerca de la cotidianeidad de la escuela y diversas temàticas en cuestión.

 ¿En su escuela se utiliza la tecnología en el aula? ¿Qué tecnología utilizan y de qué modo?
En nuestra escuela hemos asumido el compromiso de incorporar la tecnologia en el aula con una herramienta actual y accesible: con el celular. Un docente de arte de 5º año realizó la propuesta, y junto con los docentes de inglés y tics hicieron con los alumnos un video; hicieron el diálogo en inglés y lo armaron desde el taller de Tecnologías.
Dentro de la curricula ¿hay alguna materia que se especialice en la enseñanza de las tics y los medios de comunicación?  ¿de qué modo y con qué fin?
Todos los cuartos años tienen la materia tics, es para que los alumno aprendan el lenguaje tecnológico y lo puedan implementar en sus saberes y no quedar mas relegados.

De acuerdo a la experiencia que recorrió la escuela y los alumnos hasta ahora ¿cree que se cumplió con el fin propuesto en cuanto a las tics? ¿Qué modificaciones haría sobre el plan? En caso de no enseñar los medios de comunicación y tics, ¿por qué es?
En mi escuela no se cumplieron por que no tenemos computadoras, son las contradicciones del sistema y por otro lado demuestra que los avances de la sociedad van más rapido que los avances de la educación.

Otros trabajadores del área

Hemos encontrado otros blogs que han decidido investigar sobre el tema, en notas muy interesantes y constructivas. Nosotros, presentes desde nuestros comentarios...¡no se los pierdan!

Extraído de http://mentecriticaalmalibre.blogspot.com

Desde nuestro punto de vista nos resulta muy enriquecedora la propuesta de la creación de espacios de capacitación gratuitos. Creemos que las TICs fueron incorporadas a la escuela dada la imperante necesidad de hacerlo, pero también consideramos que no puede olvidarse la capacitación del personal a cargo de la enseñanza del tema. Nos pareció muy interesante la distinción entre "enseñar cómo" y "enseñar para qué" en cuanto a la tecnología, nos parece que es un debate abierto en el que opinamos que es necesario trabajar ambos aspectos sin aislar uno del otro. ¡Felicitaciones por un excelente trabajo!

Extraído de http://educacionportodos.blogspot.com

Nos parece muy interesante lo que plantean acerca de Patito Feo y su impacto cultural; creemos que sería constructivo que luego de realizar este análisis se debata con los alumnos acerca de por qué impactó mucho más fuertemente la figura de las Divinas frente a la de las Populares, para que desde la autocrítica puedan hacer una reconstrucción de su subjetividad.

Extraído de http://moraepb.blogspot.com/

Conocemos a Clement de otros espacios, sabemos de su capacidad y su esmero por la docencia, aunque discrepamos con su opinión acerca de la acción social de la escuela sobre la comunidad: una educación completa debe realizar su objetivo desde el ejemplo, colaborando con aquellos que más lo necesitan. Ojalá algún día esta labor no sea necesaria.

sábado, 5 de noviembre de 2011

Cultura mediática, cultura escolar

La cultura mediática invade cada instante de nuestras vidas: pareciera que ella, en su poderío cultural, nos condujera lentamente a olvidar quienes somos para reconstruirnos a su antojo, anhelando su propia supervivencia a costa de la nuestra. Con este ensayo pretendemos desenmascarar las verdades escondidas por todos nosotros acerca de los mass media y sus roles en nuestra cotidianeidad, cuestionándonos sobre sus alcances y peligros. Y para reflexionar, qué hacer con ellos - y sus mañas- en el aula.

Para no volver a caer

Tradicionalmente, los llamados mass media poseían este nombre en alusión a su masividad comunicativa,  y desde la escuela se los ha enseñado desde un enfoque acorde a los efectos de esta función. Pero actualmente, además de ser medios de comunicación, comenzaron a tener una gran influencia en la sociedad, tanto a nivel cultural como en cuanto a sus valores e ideologías, independientemente de la índole que éstos adoptasen.  Con la globalización económica y el surgimiento masivo de variadas formas de comunicación, se produjo un importante fenómeno característico de nuestra era, consistente en que en todos los países de occidente tienen, casi homogéneamente, una misma cultura: se escucha la misma música, se utiliza la misma vestimenta, las ideologías son similares en los diferentes países, las concepciones de la belleza, sin ir más lejos, son iguales en la mayoría de los países. ¿Nos preguntamos por qué sucede esta homogeneización cultural? Sencillo de responder, es lo que venden los medios de comunicación.
Espejito, espejito ¿Quién tiene el cuerpo más delgadito?
           Teniendo en cuenta lo anterior resulta sencillo comprender, sin aceptar, las consecuencias negativas que provoca este hecho: cada vez más jóvenes sufren trastornos alimenticios, y podríamos hallar parte del origen del problema en el hecho de que todos los programas de televisión muestran la “felicidad” que acarrea ser delgado y estar en forma, casi sin notarlo, las publicidades han ido en un camino progresivo de exposición de cuerpos y modelos de sujeto humano que no promueven el desarrollo de la subjetividad, sino que muestran esbeltas figuras delgadas, y ponen en contraposición la “infelicidad” que produce ser una persona “gorda”. No es muy difícil recordar programas en los cuales se muestre la discriminación hacia las personas que no son extremadamente delgadas, incluso han ocurrido infinidad de casos en que, aun estando sanos y en su peso, muchos jóvenes han sido considerados “gordos”. Estos espacios, en los que se prioriza la estética por sobre el desarrollo de la personalidad, suelen generarse en programas  cuyo consumo masivo se produce entre los miembros de grupos de adolescentes. La construcción de este ideal físico y pasajero no se limita a los medios, ya que no bastaría este fenómeno aislado para lograr una cultura compleja de inseguridades y carencias que encuentran su reposo en el consumo: Los desfiles de moda de muestran mujeres de flaqueza extrema, algunas al límite de la enfermedad, incluso sumidas en ella. Los efectos en niños y jóvenes que no hayan recibido la enseñanza necesaria para leer, comprender y reinterpretar los mensajes que brindan los medios de comunicación, pueden ser catastróficos: es fácil creer lo que éstos plantean y fijarse objetivos ajenos, generados implícitamente por los medios de comunicación.
              La hija de Araceli: Ícono de la tormenta

              Hace algunos años se desató una polémica que hizo a gritos que quienes no querían hablar de las exigencias del modelaje tuvieran que expresarse y quedar al descubierto: La hija de Araceli Gonzales, una adolescente delgada pero no al extremo, fue discriminada e impedida para ejercer sus labores como modelo por estar gorda. Obviamente, su figura no era condescendiente con esta idea, y la polémica no se hizo esperar. Prontamente, los medios carroñeros se adueñaron de una problemática real y la transformaron en un producto duro, pero digerible. A pesar de ello, hay un mensaje presente que, aunque en sus manos superfluo, sigue teniendo valor.
            La problemática es arduamente analizable, pero
lo cierto es que los grandes motores de esta máquina de generar contenidos eligen no decirse responsables del monstruo que despiertan.

Clarín Vs. K: otra invención que compramos

Los estereotipos de belleza son sólo algunos ejemplos de la manipulación que se ejerce a través de los medios de comunicación. Así como se transmiten y crean ideologías acerca de la belleza, también se difunden otro tipo de pensamientos, pues este tipo de problemáticas son la cúspide de un problema mucho más profundo y oculto: al imponernos ideales de persona, de familia, de trabajo y de vida se nos impone en realidad todo un sistema filosófico - político que marcará a fuego nuestra conducta y nuestro porvenir. Semejante riqueza no implica la existencia de una única monarquía ideológica, son varias las ideologías que pretenden el liderazgo ideológico, y esta necesidad de ejercer el poder se manifiesta no en un debate real y en pos del bienestar social, o incluso en la propaganda sana y responsable: La lucha suele ser cruel, maquiavélica, y en ella destrozar al adversario es más importante que corregir los propios errores. Actualmente, a pesar de las leyes promovidas y de los espacios de discusión generados, a pesar de nuestro crecimiento como nación y como humanidad, no hemos conseguido librarnos de esta problemática, sino que hemos sido testigos desprotegidos de su batalla atroz, tentados a participar de su defensa y rasgarnos unos a los otros las vestiduras en defensa de ideales que no nos representan completamente: Ejemplo de ello es la batalla librada entre Clarín y el kirchnerismo, en la que las partes se “defienden” mostrando lo que cada uno de ellos quiere que el receptor “compre” o crea que es lo cierto. Tristemente, en esta lucha poco se recuerda al ciudadano y su derecho a informarse, sino que éste debe leer entre líneas la verdadera esencia de los poemas políticos que se han creado, discursos sin fundamento real que escapan de la lógica de lo realizable y terminan por generar desconcierto en el consumidor, cuando no desconfianza.
A continuación, el video que defiende al gobierno


Y luego, el que defiende a Fibertel (Grupo Clarín)


Ciertamente, podemos observar que la realidad esta parcializada, escondida y desvirtuada, perdiendo de sus líneas -en el afán de ganar adeptos- a aquellos que creen genuinamente en los ideales de éstos y la labor de aquellos. Este es ni más ni menos que el resultado de años de investigación publicitaria: la venta no de aquello que un producto es, sino de aquello que se quiere comprar. ¿Nuestra resonsabilidad? absoluta.

Una conclusión para un tema que no termina: la educación como respuesta
            Entonces, sabiendo que los medios muestran la información que quieren dar a conocer, que brindan mensajes que no todos pueden llegar a comprender, una de las instituciones que podría dar respuesta a esta situación es la que más tiempo nos concentra en nuestra formación: la escuela es quien podría educar a los alumnos en relación con la tecnología y los medios de comunicación de la actualidad, desde una postura que no acepte el problema de los mensajes en sí, escondiendo la cabeza bajo la infértil tierra de la ignorancia. Durante años -en los que la escuela ha hecho la vista gorda a esta situación- se ha generado que los jóvenes y niños de hoy prefieran estar mirando la televisión, escuchando la radio, jugando con los videojuegos antes de permanecer leyendo un libro. Es una salida fácil la de deshacerse del problema justificándose en que los niños son “menos cultos”, “vagos” ó “perezosos” en vez de reconocer la situación y tratar de trabajar en base a ella.
              Aprovechemos el gran entusiasmo que tienen los jóvenes por la tecnología, el gran conocimiento que traen sobre ella. Si los medios nos ofrecen un gran predominio del lenguaje audiovisual, saquemos lo positivo de todo aquello, y enseñémosle a los alumnos cómo utilizar esta herramienta de forma positiva. Pero debemos tener en claro que enseñar sobre los medios de comunicación no es solamente mostrarles cómo se utilizan, enseñarles cómo sacar una mejor foto, o cómo utilizar ciertas herramientas o programas. Además de enseñar la utilización de las herramientas lo que la escuela debe hacer es plantearles a los alumnos los distintos mensajes que se ofrecen en una misma publicidad, fomentar la toma de conciencia acerca de los mecanismos de manipulación e inculcación ideológica que utilizan los medios, logrando así formarlo como receptor crítico, como andante que no perezca ante la primer trampa del camino de los mass media. Tenemos que enseñar el lenguaje audiovisual, sus códigos, elementos y estructuras para que los niños sean capaces de “leer” los movimientos, las imágenes, el texto, oír lo que se dice y no quedarse estancados en ello: eduquemos en la percepción.


Tecnologías y su inclusión en los procesos de Enseñanza- Aprendizaje

El trabajo con las TICs, una temática que suele convocarnos, en el mejor de los casos, a la discusión, cuando no al silencio o la omisión. En esta oportunidad, intentaremos abordar la temática desde una mirada que pretende equilibrar las realidades culturales que subyacen el fenómeno de la tecnología y las propuestas que surgen de la pedagogía para dejar de nadar contracorriente y movernos en este área como peces en el agua.

El trabajo con las nuevas tecnologías  en la alfabetización escolar

En la actualidad, las TICs se han convertido en un instrumento indispensable en la vida de los seres humanos, éstas permiten las relaciones interpersonales y las distintas formas de difundir y generar conocimientos. Las TICs  han avanzado en el transcurso del tiempo como ha sucedido con la televisión, computadoras y la Internet. Estas herramientas crean nuevos lenguajes, nuevas formas de expresión y permiten crear nuevos espacios de aprendizaje. De esta manera las TICs lentamente se integraron en la actividad escolar mediante la incorporación de Netbooks e Internet en distintos establecimientos educativos de la Argentina, acompañado por la gestión del Gobierno Nacional con el fin de motivar y favorecer el desarrollo cognitivo de los chicos en el proceso de enseñanza - aprendizaje. Su implementación requiere de la correcta capacitación de los Docentes y su adecuado uso con estas tecnologías, pues son los responsables de adaptar en las aulas estos nuevos métodos de enseñanza y luchar contra los tradicionales. Hay que tener en cuenta que los docentes debemos “producir con la tecnología”, y no solo “consumir tecnología”.
            Éste es el problema al que deseamos apuntar en el presente trabajo, ya que creemos  que el inconveniente no lo encontramos en la incorporación de las TICs  o los mass media en el aula, sino en las formas de reflexionar y discutir sobre la formación cultural que deseamos potenciar en nuestros alumnos y alumnas, como integramos estas tecnologías en la escuela, como transformamos los medios de comunicación  en objeto de estudio y principalmente como logramos que los estudiantes transfieran este conocimiento a su vida cotidiana. Buscamos aportar “criterios” en los chicos para que sean selectivos en el uso de estas herramientas, pensar otros usos y posibilidades y no que apaguen el televisor o la computadora. Pues lo importante, no es la tecnología sino lo que hacemos de ella, estas no son un simple recurso didáctico sino un medio productivo y recreador de cultura, ideología, política y economía.
              Hasta ahora solo hemos planteado los objetivos de las TICs en el aula, a continuación mencionaremos cuales son las actividades y propósitos adecuados a desarrollar en el proceso de enseñanza-aprendizaje de los chicos. Las actividades podrían ser, por ejemplo, cómo cambiar un conocimiento de un archivo a otro, como cambian las nuevas formas de escritura que circulan en programas actuales como  el MSN, Hotmail, Facebook, Blogs y discutir sobre la ortografía y el uso de otros códigos comunicativos. Un elemento importante a trabajar es la lectura de la imagen visual para lo cual pondrán en juego los conocimientos curriculares pero a su vez se educarán en la “sensibilidad” de la visión del alumno, algo que no se tuvo en cuenta en la pedagogía tradicional. Otro aspecto a enseñar a través de las tecnologías es producir textos que estimulen y desarrollen las capacidades del niño.

              Si bien existe un amplio abanico de posibilidades para el trabajo de las TICs en la escuela, es importante recordar que la innovación educativa, cualquiera sea su índole o magnitud, debe realizarse en forma responsable y cuidando siempre los fines: incorporar nuevas herramientas de manera inadecuada puede resultar altamente ineficaz y potencialmente inútil.
              Finalmente, podemos decir que la utilización de las TICs en el aula es de importancia siempre y cuando se desarrolle -como sostenía el educador brasileño Paulo Freire- la visión crítica del alumno en el mundo que lo rodea y del cual forma parte. Para poder lograr que esto se cumpla, será necesario generar actividades que integren saberes de otras áreas (prácticas del lenguaje, matemática, geografía, etc.) con un genuino desarrollo de los conocimientos en el área tecnológica. Para ello no hay recetas mágicas: es de imperante importancia que el docente conozca en gran medida la herramienta que utilizará para lograr que su alumno se atreva a experimentar en su uso a partir del ejemplo que aquél le habrá brindado. Recordemos que un docente inseguro de su saber es incapaz de generar un aprendizaje estable. De no haber alcanzado los conocimientos en profundidad será importante abordar esta problemática con audacia de maestro: conocer lo nuevo no debe incomodarnos; compartamos con nuestros alumnos un nuevo espacio de construcción de aprendizajes certeros. Exploremos, junto con ellos, este nuevo lugar de creación y posibilidades, pues bien pensamos que no hay saber que se transmita, pero sí la emoción y la pasión absoluta por aprender, y por la vida.

Sobre modelos de comunicación y práctica educativa

Compartimos hoy con ustedes una reflexión acerca de la comunicación, la educación y su relación con el paso del tiempo, esperamos que la disfruten...

Sobre el pasado y presente de la educación
O
Elogio a la docencia
               El motivo: Un recuerdo
La mañana se sucede tímida y silenciosa. El aire, viciado de personas y olor a libros, alimenta los pasillos de esa escuela en la que supimos ser, alguna vez, niños. Y allí, en ese lugar del pasado estoy otra vez, sentada en un aula cualquiera, llena de la luz del sol que se refleja en el verde del pizarrón reluciente. La maestra de grado lo observa, ve su rigurosa carencia de líneas y se regocija en su conmoción por encontrarnos parecidos a ese magno manto verdoso, tan vacíos de saberes, tan carentes de virtudes. Detiene su reflexión: el reloj marca las ocho, ya es hora de asumir su sabihonda responsabilidad.
Nosotros la observamos en silencio: sabemos que hemos de comportarnos educadamente, que la educación es el camino al virtuosismo y que el saber callar es la más valorada de las virtudes. Y así estamos, con nuestros peinados impecables, nuestros zapatos impolutos, nuestro guardapolvo almidonado. Y blancos… ¡Ah, qué gracia, qué belleza! ¡Qué pureza absoluta!
Alumnos y docente frente a frente, dan comienzo a la clase. Alguien hace un ruido, a todos nos da risa pero nadie lo demuestra, la señorita se enojaría. Ella dibuja triángulos con su escuadra de gigante, nosotros nos reímos otra vez de las muecas que hace Juan. Al frente alguien la escucha hablar, nosotros le tiramos papelitos para que no se pierda lo que está sucediendo de este lado… Es sorprendente que no recuerde aquello que estudiábamos, sólo puedo acordarme de los amigos, de los chistes, de la voz aflautada y graciosa de la Señorita Ana…
Mi recuerdo se detiene: Veo la clase como una fotografía; la docente hablando de espaldas a nosotros, acariciando el pizarrón que se le ubica enfrente, vinculándose con él tan apasionadamente que pareciera que sólo hay espacio para dos. Del otro lado, nosotros, hablando de nuestra vida, de nuestra infancia, riendo con los ojos y con las bocas cubiertas por las manos. Me concentro en esta imagen… Ella y nosotros, tan cerca y tan distantes… como dos conjuntos sin intersección alguna, como dos historias con dos finales en un mismo libro… y dos principios, uno el saber, y el otro -el nuestro-… ¿Cuál sería?
Vuelvo apresuradamente a mi presente. Hoy, habiéndose sucedido casi veinte años de aquellos días, soy yo la que se inmiscuye en este guardapolvo de maestra. Me observo en el vidrio de la puerta del salón: mi imagen actual me asemeja a aquella señorita de mi recuerdo. Pero yo no quiero abrazar un pizarrón solo mío, no quiero olvidarme y ocultar a mis espaldas treinta jóvenes historias de otros saberes, de otras culturas, de otras riquezas… Quiero mirarlos a los ojos, librar mis manos de la esclavitud de la tiza, sentarnos en el suelo en una circunferencia perfecta y construir conceptos que estructuren nuestros futuros, llorar con una historia bella, una historia de alguien más que le permita a ese otro ser narrador y ser narrado, pero sobre todo aprender, aprender no sólo lectura y expresión, sino enseñarnos y asumir aquello que somos.

Comunicación lineal – Comunicación retroalimentaria

               Me pregunto por qué aquella maestra habrá querido ser como ella era. Asumo que su amor por los niños era real, y que sus ideales eran autóctonos. Asumo, entonces,  sus genuinas y buenas intenciones. En algún instante de su formación docente o personal habrá ocurrido algún suceso o una colección de hechos que marcaron sus sentimientos, su razonar y, por ende, sus acciones. Recuerdo haber comentado en el transcurso de mi formación algo al respecto, creo haber estudiado un texto vinculado a la temática. Lo recuerdo, es un capítulo de “la Nueva comunicación”, una recopilación de Yves Winlkin. Comprendo claramente. Mi docente creía que la comunicación era una función lineal, que ella debía hablarnos y nosotros escucharla, que ella era el saber y nosotros la ignorancia. Creía que nuestros espíritus frágiles sólo necesitaban ser moldeados por sus manos, conductoras de un saber elevado, de la magna verdad absoluta que tanto quitara el sueño a Kant, Hegel y Rorty. Mi maestra confiaba en su función  homogeneizadora, en su rol autoritario y asimétrico que fomentaba la construcción de mi subjetividad desde una perspectiva del alumno-objeto de enseñanza. No deseo juzgarla por su supuesto “fracaso educativo”, ni por el nuestro, los que nos mirábamos los rostros sonrientes. De ningún modo la considero equivocada o capaz de ser excluida de nuestra historia escolar: sospecho que, aunque en apariencia inexacta, su existencia fue necesaria para construir la mía hoy, aún tan distantes ideológicamente la una de la otra. Creo que fue necesario que ella, en el afán de enseñarme, me olvidara (al igual que a mis compañeros) para poder hoy hacer partícipes a mis alumnos de este emocionante acto que es la educación, beneficiándonos todos aquellos que nos aunamos en pos de este proceso cognitivo, construyendo con él y a partir de él un mañana prospero y fecundo, que arrase con los errores del presente, que los reconozca y los acepte como parte de su historia, historia de una humanidad que crece, que decae y se eleva, que se construye día a día con cada uno de aquellos que nace, que vive, y que es llevado inocentemente a estas aulas, de las que elijo seguir siendo partícipe.
               Alguien me toma del guardapolvo. Detengo mi reflexión: el reloj marca las ocho, debo asumir mi humilde responsabilidad.
                

A modo de presentación...

¡¡¡Bienvenidos!!!

Desde este pequeño lugar intentaremos informarnos y reconstruir nociones vinculadas con la comunicación, la educación y las relaciones que se establecen entre ambas. Nuestro objetivo no se reduce a la conclusión de una problemática, consideramos a la educación una actividad de regeneración continua. Nuestra meta es infinita, consiste en trabajar en la generación un espacio de reflexión, análisis y discusión que nos permita desarrollar - tanto a nosotros como a nuestros lectores - nuestras capacidades y conocimientos pedagódico- didácticos, para poder convertirnos así en docentes comprometidos con los saberes, las culturas, las educaciones y los alumnos. Nuestro trabajo es complejo, pero para logar un desarrollo óptimo será necesario enfrentar las adversidades con tenacidad y valentía. Allí vamos, a sabiendas de las dificultades del camino, deseando que nuestro trabajo sea fructífero y valioso para muchos.
¡Manos a la obra!